El 16 de noviembre se celebra "oficialmente" el Día Internacional del Flamenco. Aunque
hace muchos años que el Arte Jondo ya
era universal parece que el refrendo institucional aporta valor añadido, y no
es así. Queremos hacer una pequeña reflexión personal: por más que
organizaciones internacionales, administraciones autonómicas u organismos de la
cultura ofrezcan grandes eventos o festivales el Flamenco pertenece a sus artistas
y a los aficionados. Punto. Sobre esto podríamos explayarnos y no terminar en
días pero ni es el momento, ni es esa la intención, para eso están los
encuentros, jornadas y congresos donde
hablan quienes saben y entienden. Fin de la cita.
Siempre hemos escuchado la frase de “para ser buen artista hay que ser mejor aficionado”, pues hoy nos
vamos a acordar de los promotores de conciertos que son buenos aficionados. Uno
de ellos es Juan Carlos Gómez, responsable
del Templo Flamenco, que hace poco ha
comenzado su segunda época con unos criterios muy de artista. Como él hay otros
en todas partes que generosamente se dejan su dinero por amor al arte.
Acordarnos también de las peñas que fueron las primeras,
desde tiempos remotos, en poner al Flamenco en su sitio. Y entre artistas y
buenos aficionados se ha llegado al punto en que estamos y la única verdad es que
de Flamenco nadie entiende una “papa”, citando a Fernando Terremoto; y que “¡vivan las matemáticas!”, según
El Capullo de Jerez.
Pd. El 14 de noviembre en el Templo Flamenco de Chiclana actúa,
entre otros, uno de los artistas que más nos pone en directo y al que pudimos
ver en la Isla Flamenca en San Fernando este verano.